Para saber cuál es la edad adecuada para que los niños puedan tener teléfonos móviles, debemos tener en cuenta su nivel de madurez. Y es que, al margen de la edad que tengan los niños, cada uno de ellos presenta un nivel de madurez diferente. Cada persona es un mundo y su nivel de madurez dependerá de muchos factores. Si hablamos de los más pequeños debemos ser capaces de percibir cómo funciona en diferentes órdenes de su vida.
Si por ejemplo, nuestro hijo tiene unos hábitos saludables, tiene facilidad para relacionarse con otras personas y a nivel académico cuenta con una evolución acorde a su edad y su ritmo, entonces podemos permitirle que tenga móvil. Y es que cada vez es más habitual encontrarnos con niños muy pequeños que cuentan con teléfonos móviles personales. La mayoría de niños suelen pedir un teléfono con la excusa de que sus compañeros de clase lo tienen, y es que esto es una realidad. Es importante que valoremos los puntos fuertes y débiles que supone tener un teléfono móvil.
Por una parte, es innegable que puede ser una herramienta muy útil para localizar a nuestros pequeños de forma inmediata cuando se encuentran fuera del hogar por cualquier cuestión o para darles la oportunidad de contactarnos en caso de necesitar cualquier tipo de cosa. Sin embargo, debemos tener en cuenta que un teléfono móvil no es lo mismo que un smartphone. Mientras que el primero les proporciona la posibilidad de hacer llamadas y estar en contacto con nosotros cuando lo necesiten, el segundo incluye una mayor cantidad de funcionalidades que le dan acceso a todo tipo de contenidos.
Es importante que tengamos en cuenta, que si nuestro hijo posee un smartphone tendrá acceso a Internet de forma privada y por lo tanto tendrá acceso a todo tipo de contenidos, incluidos aquellos que resultan poco convenientes. Por ello es tan importante que nos aseguremos de que nuestro pequeño cuenta con un grado de madurez mínimo para poder hacer uso de este tipo de dispositivos. Lo cierto es que en realidad el peligro no reside en internet, sino que el peligro estriba en el uso que se le de a Internet. Por eso, antes de poner a su disposición un smartphone, es imprescindible que le brindemos algo de educación y orientación a la hora de utilizar la red. Y es que, además de suponer un medio de comunicación inmediato entre padres e hijos, un smartphone puede ser fuente de hábitos no tan saludables.
Comunicación
En el momento en que los más pequeños acceden a la red descubren una amplia variedad de portales, chats o redes sociales como Whatsapp o Facebook y adquieren una nueva forma de relacionarse. Esta nueva forma de relación se produce de forma remota y es de una naturaleza muy distinta a la relación personal física. Si nuestros hijos adquieren la costumbre de comunicarse con familiares, compañeros de clase y amigos a través de estas redes, es probable que acabe convirtiéndose en una persona poco sociable (si hablamos de relaciones cara a cara) o acabe descuidando la comunicación en persona. Esto puede derivar en problemas de timidez, fobia social o distorsiones de la realidad, por lo que es muy importante que les enseñemos a gestionar este tipo de herramientas y equilibrar el trato físico con el trato remoto.
Entretenimiento
Por ser un campo infinitamente amplio, Internet ofrece todo tipo de alternativas donde invertir nuestro tiempo. De hecho, se ha creado un término que define este fenómeno. La procrastinación consiste en la postergación sistemática de actividades y deberes importantes para poder atender a entretenimientos superfluos que generalmente suelen situarse en las redes virtuales o los videojuegos.
Educación
Es muy probable que nuestros hijos utilicen Internet para resolver todo tipo de dudas y cuestiones que les puedan surgir a todos los niveles. Debes tener en cuenta a qué edad pones a disposición de tus hijos esta poderosa herramienta porque puedes arriesgarte de que adquiera información inadecuada o que no sea acorde a su edad y esto puede desembocar en problemas o confusiones mayores que pueden influir en las decisiones que toma en su propia vida.
Hábitos y salud
Los smartphones suelen proporcionar grandes dosis de entretenimiento sedentario. Es muy probable que nuestros hijos descubran pasatiempos como juegos virtuales o redes sociales y acaben invirtiendo en ello más tiempo del que debieran por lo que el resultado también se manifestará en su salud. Debemos asegurarnos de que, en caso de que cuente con un smartphone, no descuide sus hobbies y aquellas fuentes de entretenimiento que requieren del trabajo físico y el movimiento corporal.
Cuestión de seguridad
Internet es una ventana abierta al mundo. Y tu hijo puede exponerse muy fácilmente a demasiadas personas y exponer su intimidad con todos los riesgos que esto conlleva. Además, gracias a las nuevas tecnologías es muy posible conocer personas nuevas. Lo peligroso de todo esto es que no es posible verificar la identidad de todas aquellas personas con las que hablamos. Por ello, es muy importante que enseñemos a nuestros hijos a tomar medidas de seguridad y a utilizar todas las herramientas de comunicación con precaución.
Por todos estos factores, es importante que tengamos en cuenta que tarde o temprano nuestros hijos necesitarán tener un teléfono móvil. De hecho, es importante que cuenten con uno porque hoy toda la información se mueve en Internet y una buena parte de las relaciones sociales se da ahí. No podemos prohibir el uso de este tipo de dispositivos porque de este modo estaríamos cerrando la puerta a una realidad que se está dando hoy en nuestro mundo y en nuestra sociedad.
Nuestro objetivo será evaluar si nuestro hijo está preparado para tener su propio teléfono teniendo en cuenta los beneficios y posibles prejuicios que pueden derivarse de su uso. Si determinamos que ha llegado el momento deberemos asegurarnos de que cuenta con unas nociones básicas para protegerse ante los posibles peligros y tratar de darle una educación para la correcta utilización de todo este tipo de recursos.
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