Viajar es sinónimo de disfrutar y de descubrir nuevas geografías, pero también nuevas cosas de nosotros mismos. A todos nos gusta hacer viajes y tener hijos no debería ser un problema ni un impedimento para viajar. De hecho los pequeños se convierten en una razón para unas buenas vacaciones en familia, porque con ellos los viajes pueden resultar mágicos.
La planificación
Generalmente, se suele planificar un viaje con antelación por razones económicas, pero en realidad también debemos tener en cuenta, que si se trata de un viaje en temporada alta, corremos el riesgo de quedarnos sin plazas, por ello es tan importante que cuanto antes nos pongamos a analizar nuestras posibilidades. Una planificación bien meditada nos ayudará a hacer un viaje placentero y sin problemas evitables de última hora. El primer paso de una buena planificación será decidir el destino y asegurarnos de que se trata de un lugar en el que todos los integrantes de la familia serán capaces de disfrutar. Pregunta a tus hijos antes y ofréceles diferentes posibilidades y en caso de que haya desacuerdos entre los hermanos, siempre se puede recurrir a una votación democrática.
El alojamiento
Dependiendo de cuáles sean nuestros planes y de la duración del viaje, el tipo de alojamiento recomendado variará. En caso de que se trate de un viaje largo (con una duración superior a tres días) y si viajamos con niños muy pequeños, es recomendable evitar áreas poco cómodas. Por ejemplo, los campamentos en tiendas de campaña al aire libre, pueden ser una mala elección por cuestiones de comodidad o incluso protección. En estos casos siempre será recomendable optar por pequeños apartamentos o bungalows que ofrezcan un espacio cómodo y aislado que permita descansar a los más pequeños.
El transporte
Si nuestro destino se encuentra a mucha distancia de nuestro lugar de origen una buena opción es hacer un alto en el camino. En aquellos trayectos que superan las 7 horas en coche, es muy probable que nuestros hijos se desesperen y pierdan la compostura, por lo que puede convertirse en una mala experiencia y una fuente de estrés indeseado. ¡Recuerda que las vacaciones son para desconectar y descansar!
Si cabe la posibilidad, haz una parada de 1 o 2 días y busca algún lugar o centro de interés en una zona intermedia entre el origen y el destino. Por ejemplo, aprovechar este tiempo para visitar un pueblo o ir a un parque de atracciones puede traducirse en un momento de desconexión, relax y diversión antes de llegar al lugar de vacaciones. Si el transporte se hará en automóvil, debemos revisar que contamos con todo lo necesario para hacer el viaje lo más placentero posible tanto para nosotros, como para nuestros hijos. Comprueba que has cogido el agua, algún tentempié y algún pasatiempo como un libro, una revista o un juguete para los pequeños.
Si vais a viajar en avión, procura escoger destinos que no estén a una distancia mayor de 3h porque un avión, a diferencia de un automóvil donde podemos hacer descansos y estirar las piernas o un barco donde podemos ir a una cafetería, resulta mucho más cargante y más aún para los más pequeños. Igualmente, asegúrate de que te haces con pasatiempos divertidos que amenicen el trayecto como tablets, consolas, libros o cuadernos para dibujar. No te olvides de llevar encima toda la documentación antes de salir al aeropuerto. Un despiste podría suponer una cancelación imprevista.
Salidas de ocio
Infórmate de qué actividades de ocio hay en el destino o en los alrededores para vivir momentos inolvidables en familia. Ten presente que aunque el destino sea un lugar atractivo, siempre es bueno contar con actividades que nos ayuden a romper esa rutina y a divertirnos en grupo. Si indagas un poco encontrarás una gran cantidad de actividades muy interesantes como los parques acuáticos, los karts o excursiones de muy variado tipo. En caso de que vayáis a hacer más de una escapada o salida cultural, será recomendable que te informes bien de las ofertas y descuentos disponibles para los pequeños así como de las posibles formas de pago porque de este modo podremos ahorrar una buena cantidad que podremos invertir en otras cosas.
Botiquín
Es muy probable que durante nuestras vacaciones ocurra algún pequeño incidente, por lo que es aconsejable que contemos con recursos para poder solucionar estos accidentes. No olvides incluir en tu equipaje algo tan sencillo como un kit de primeros auxilios con tiritas, yodo, gasas o alcohol etílico… Prestando atención a las características y necesidades de tus pequeños, prepara un botiquín que incluya pastillas y medicamentos para tratar alergias o afecciones menores como dolores de cabeza o resfriados. ¡No te olvides de incluir la crema solar!
No lo olvides, viajas con niños
Procura tener claro cuáles son los puntos que visitareis así como los planes más adecuados. Procura no llevarte esto al extremo y sobre-planificar porque el resultado puede ser muy estresante y recuerda que lo que estamos buscando es diversión y relax. Además, recuerda que pueden ocurrir cosas que hagan que el trayecto se retrase o nuestros hijos puede que quieran permanecer más tiempo del esperado en un determinado punto. Al viajar con niños, no sabes qué puede pasar y el resultado puede ser muy variable. Si intentas organizar un viaje que esté plagado de visitas a entornos culturales o infinidad de parques de atracciones y de ocio, el resultado puede ser un absoluto fracaso.
Permítete el lujo de disfrutarlo
Lo más importante de todo es que te dejes fluir y te permitas sacar al niño que está dentro de ti. Las vacaciones en familia, y más aún con pequeños, son para vivirlas y convertirlas en experiencias únicas y recordables de por vida. Inunda a tus pequeños de ilusión y permite que ellos te inspiren. No tengas reparos en prepararles sorpresas, jugar con ellos y estimularles. En el caso de que entre los viajeros se encuentren niños o hijos adolescentes, es importante que aprendamos a darles algo de libertad o por lo menos hacer que crean que les das libertad. En este último caso, los cruceros son muy buenas ideas ya que cuentan con zonas específicamente diseñadas para adolescentes.