Ser un buen padre o madre en las actividades deportivas de nuestros hijos es tan importante como serlo en sus actividades escolares. Para asegurarse de que tus hijos obtengan el máximo provecho a la hora de practicar un deporte lo principal es eso, participar, pero no de cualquier manera, sino de una manera positiva, que proporcionemos aliento, apoyo y ayuda práctica.
Somos copias de los entrenadores en sus decisiones y las lecciones que les den. Crear un entorno en el que nuestros hijos puedan tener éxito, dando un paso atrás y dejando que él haga su trabajo. En resumen, eres un jugador del equipo, no importa el deporte. Somos uno más.
Mostrar Apoyo
Nuestros hijos no pueden jugar sin nuestro apoyo activo-económico, logístico y emocional. Que nuestros hijos practiquen algún deporte requiere en muchas ocasiones de un desembolso económico, ya sea en materiales o en combustible para desplazamientos.
No hay necesidad de ocultar la verdad (esto es algo complicado en ocasiones) a nuestros hijos, especialmente si tienen la edad suficiente para entender las ventajas y desventajas involucradas en la actividad deportiva. Pero también es importante, para tranquilizarlos, que sepan que apoyamos sus esfuerzos y estamos orgullosos de ellos, incluso si tenemos que levantarnos a las 5 de la mañana para llevarlos a una competición.
Esto no significa que vamos a estar en cada entrenamiento. En muchas ocasiones es algo imposible, sobre todo cuando se tienen más hijos, pero, es importante intentar sacar tiempo para verlos, Y recuerda, estar completamente presente también significa no estar mirando cada dos por tres el teléfono.
Emocionalmente somos una gran fuente de apoyo, podemos proteger su autoestima de una manera muy eficaz. El objetivo es asegurarnos de que nuestros hijos saben que los amamos por encima de cómo queden en la competición, no debemos presionarlos en favor nuestro, intentado que cumplan nuestras expectativas, algo que no siempre es fácil.
Algunos niños necesitan ver por escrito palabras como: “estoy muy orgullosa de ti, incluso cuando te caes o no consigues el objetivo. Me encanta verte jugar.”
Estar al día y ser realista
Estar cerca de ellos cuando practican su deporte nos puede ayudar a entender cómo funciona, al final conseguiremos incluso disfrutar del tiempo que pasamos en las gradas.
Leer sobre su deporte y hablar con otros padres es importante, estos nos pueden ayudar a entender el juego básico, equipo y decisiones del entrenador…
También es importante conocer las reglas del deporte, liga, entrenamientos, etc. A continuación, asegúrese de que su hijo también las conoce. No hay casi nada peor que un padre que piensa que las reglas no se aplican a su hijo o hija.
Es muy importante ser realistas sobre nuestros hijos y su relación con el deporte. No todos van a ser grandes deportistas, no todos van a conseguir becas. La frustración es muy peligrosa en estas edades, que ellos vean que los apoyamos y somos realistas les ayudará, un consejo, anímalos a competir contra ellos mismos, a superarse cada día. Tener una expectativas poco realistas lo único que conseguirá es generar una presión que no podrán soportar.
Apoyarlos positivamente
Para potenciar la autoestima de nuestros hijos los mejor es animarlo a adquirir las habilidades que le harán falta para dominar el deporte en cuestión. Lo más productivo es la retroalimentación, esta debe ser detallada y positiva.
Algunos ejemplos:
“Hoy te has esforzado mucho.”
“Me ha encantado ese pase que diste en el primer tiempo”.
“Creo que el entrenador tiene razón, si mantienes las piernas flexionadas conseguirás tu objetivo, ánimo tú puedes.”
Lo mejor es no hacerlo una vez finalizada la competición. No todos los niños disfrutan de este tipo de conversaciones, sobre todo si han perdido. Debemos permanecer atentos en los días posteriores a su reacción, saber leer entre líneas e identificar si hay algún problema que le pueda causar ansiedad, estrés o incluso una lesión.
Cuando las cosas no funcionen, ya sea por mala suerte o simplemente un mal juego, nuestro papel para lidiar con la frustración es vital, aunque también debemos ayudarles a aprender de ella. Con nuestra ayuda seguro que encontramos la manera de revertir la situación. Todas estas experiencias les ayudarán en cualquier área de su vida.
Ser un modelo a seguir
Los niños necesitan del deporte para mantener su cuerpo en buena forma y así evitar las lesiones del sedentarismo. A través de nuestras palabras y hechos, podemos ayudarlos a:
- Comer alimentos saludables en familia.
- Hacer ejercicio regularmente y hablar de cómo los hace sentir más fuerte y con más energía.
- Podemos incluso entrenar juntos, esto les ayudará a pasar tiempo juntos, incluso a practicar algunos de los ejercicios que ha aprendido en su deporte.
También podemos ser un modelo a seguir para otros padres, promoviendo un espíritu positivo desde el banquillo y en la grada.
Ser respetuoso con su hijo; sus compañeros de equipo, entrenador, y los contrincantes; los funcionarios; y el juego en sí, sus reglas y tradiciones. Tenemos la posibilidad de ser un ejemplo para ellos que jamás olvidarán. Cuidemos nuestras palabras, gestos y acciones.
El deporte infantil nos brinda la oportunidad de educarlos con nuestro ejemplo.
Un comentario
Los comentarios están cerrados.