En un hecho que en España cada vez se retrasa más la maternidad. Hay datos que demuestran esta evolución imparable en la que se ha pasado de los 25,2 años de edad media para tener el primer hijo en el año 1975 a los 31,21 años de media en el año 2015 que es cuando se obtuvo el último dato.
Existen varios factores que influyen en el aumento de la edad media de edad en madres primerizas. En España se dan:
- El aumento de la edad de emancipación debido al paro juvenil y la prolongación de los estudios.
- Las penalizaciones que sufren las mujeres en su carrera profesional por falta de medidas de conciliación familiar y el apoyo a la maternidad.
- La crisis económica ha sido el factor más influyente de estos últimos años que han acelerado los datos.
- Exigencias marcadas por discursos sociales y culturales como que la pareja ha de alcanzar ciertas expectativas antes de tener un hijo como: tener trabajo fijo, coche, casa, viajar y disfrutar antes de la llegada del niño, etc. Cosas que la pareja alcanza pasados los 30 e incluso los 40 años.
Consecuencias de ser madre a partir de los 30
Entre las consecuencias que hemos de considerar se encuentran:
La edad fértil
Los expertos consideran que la edad biológica ideal para tener hijos está por debajo de los 30 años, siendo los 24 años el punto más álgido de fertilidad. Así, las mujeres a partir de los 30 años comienzan a experimentar una disminución de su fertilidad por lo que no es raro que veamos que a la mujer que se encuentra en la mitad de su tercera década de vida necesite más tiempo para concebir que una mujer más joven.
La disminución de la fertilidad se puede atribuir, en parte, a una menor frecuencia de ovulación o por la endometriosis.
Tener mellizos
La probabilidad de concebir mellizos entre las mujeres de más de 30 años aumenta (entre los 35 y 39 años llega a su máximo nivel) ya que al tener mayor edad aumentan los niveles de folitropina que provoca que se libere más de un óvulo en un ciclo.
Riesgo de aborto
Entre los 30 y 40 años hay estudios que demuestran un aumento del porcentaje de abortos espontáneos, siendo de un 12% entre los 30 y los 34 años y de un 18% entre los 35 y 39 años.
Si bien estos estudios muestran dicho incremento en el riesgo de aborto a partir de los 30 años y especialmente a parir de los 35, es importante matizar que aun en el caso de las mujeres de mayor edad el aumento que se da es modesto. La mayoría de las mujeres de más de 30 años que quedan embarazadas tienen un bebé sano.
Riesgo de defecto en el nacimiento
El riesgo de dar a luz un niño con ciertos trastornos cromosómicos incrementa según la edad de la mujer. El más común es el síndrome de Down causado por la presencia de un cromosoma 21 adicional. La probabilidad de que ocurra va aumentando a medida que aumenta la edad de la madre. Se pasa de la probabilidad de una entre 1250 a los 25 años; a una entre 952 a los 30 años; una entre 378 a los 35 años; y una entre 106 a los 40 años.
Problemas durante el parto
Las madres primerizas a partir de los 30 años tienen el doble de probabilidades de experimentar dificultades en el embarazo. Hay estudios que ha comprobado que a estas edades es común que la segunda etapa del parto se prolongue más y debido a esto, el feto sufre las consecuencias. Esta es una de las razones por las que se ve que muchas de las madres mayores de 30 años tienen a sus hijos mediante cesárea. Alrededor de un 40%.
Se pueden reducir los riesgos
En la actualidad las mujeres de más de 30 años se encuentran en excelente estado de salud por lo que generalmente se puede esperar embarazos saludables. Sin embargo es importante seguir unas reglas básicas para tener un buen embarazo como:
- Someterse a un chequeo médico antes del embarazo y recibir cuidados prenatales de manera regular.
- Consumir comida que sea nutritiva y alcanzar el peso adecuado antes de concebir.
- No fumar durante el embarazo.
- Evitar consumir bebidas alcohólicas durante el embarazo.
- No consumir medicamentos a menos que lo recomiende el médico que sabe que está embarazada.
- Consumir vitamina B todos los días, antes y después del embarazo. Lo consumen todas las mujeres sin importar la edad de tener hijos y en una cantidad de 0,4 mg.
Autor: Borja Quicios
Licenciado en Psicología con especialidad en Educación por la Universidad Autónoma de Madrid. Máster en Psicomotricidad Vivenciada y Coach educativo. Autor y fundador del blog dehijosypadres.
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