Puede que te resulte un tópico, pero es así: Un bebé es como una esponja y tiene una capacidad de aprendizaje brutal. Por eso es tan importante que empecemos cuanto antes a proporcionar ciertos estímulos a nuestros hijos si queremos que cuenten con un nivel de idiomas bilingüe total.
Ten en cuenta que cuanto más joven sea tu pequeño, más fácil le resultará adquirir nuevos contenidos y lo mejor de todo es que no los percibirá como una carga, sino que los adaptará a su cerebro sin darse cuenta. De modo que, si tu intención es que tu hijo sea capaz de hablar otro idioma, lo más recomendable es que empiece cuanto antes. Cuando antes empiece a familiarizarse con un idioma extranjero y cuanto antes aprenda a ponerlo en práctica más arraigado estará a él mismo y por lo tanto más rápido avanzará.
Si logramos asociar este aprendizaje a experiencias agradables como juegos o sensaciones positivas, la evolución resultará mucho más fluida y optimizaremos los resultados.
La importancia del orden y la organización
¿Qué idioma o idiomas aprenderá nuestro hijo? ¿Cuál de ellos tendrá más peso en su día a día y por lo tanto será más accesible? ¿Cuál de los familiares lo habla mejor? ¿En qué entornos estará nuestro hijo y qué idiomas se hablará en estos entornos? La necesidad será un pilar fundamental sobre todo para asegurarnos, además de que adquiere los conocimientos deseados, que no se desorienta.
El realismo en estos casos también resulta crucial y debemos de tener en cuenta nuestras circunstancias y todas aquellas que envolverán el día a día de nuestros hijos. A partir de ahí, trazaremos una serie de objetivos que sean realizables y realistas. Una buena estrategia para lograr los objetivos marcados es recurrir a métodos conductistas basados en recompensas.
Si por ejemplo decidimos que a la hora del desayuno únicamente hablaremos en francés, en todas aquellas ocasiones que nuestro hijo logre comunicarse únicamente en francés le daremos una recompensa.
La paciencia es la madre de la ciencia
Es un dicho muy famoso y es por algo. Procura no presionar a tu hijo y sobre todo no crearle determinadas expectativas. Es muy probable que nuestro pequeño se sienta más cómodo practicando uno de los idiomas que deseamos, por ejemplo el español. Si decide utilizar este con más frecuencia no deberemos recriminárselo o recurrir al aprendizaje forzado. Si lo haces, descubrirás que los resultados son malos.
Es bueno que tengas en cuenta que cada uno tiene su propio ritmo y por supuesto también sus prioridades. Es muy normal que, sobre todo al principio, a nuestro hijo le cueste más desenvolverse en un determinado idioma o soltarse, por lo que deberemos tener paciencia.
Con el tiempo te darás cuenta como va evolucionando y adquiriendo nuevos conocimientos por lo que la preocupación deberá quedar relegada.
Aprovecha todos los recursos que estén a vuestro alcance
El cine puede suponer una vía muy lícita para la adquisición de nuevos conocimientos. Así como el cine, las series de televisión o dibujos animados y en general cualquier material audiovisual. El doblaje deberá dejarse a un lado si lo que estamos pretendiendo es que nuestro hijo adquiera una lengua extranjera. En este sentido, será muy recomendable consumir contenidos en versión original. ¿Sabías que una gran cantidad de países nórdicos son bilingües precisamente porque en sus países no existe la cultura del doblaje?
Investiga sobre aquellos contenidos que sean relevantes para tu hijo la forma de obtenerlos en versión original. Hoy podemos localizarlos a través de plataformas digitales o incluso a través de la propia televisión ya que hoy las televisiones cuentan con la opción de cambiar el idioma de los contenidos que consumimos. Además, también es bueno que localices cines en los que la VOSE esté implantada y aquellas sesiones que se proyecten en versión original.
Si logramos que nuestros pequeños consuman películas de Disney o Pixar por ejemplo en otro idioma estaremos proporcionándoles grandes estímulos para adquirir conocimientos sobre el idioma y descubrir de qué trata la película.
La música
Junto con el cine y los contenidos audiovisuales, la música es un potentísimo instrumento para el aprendizaje. Debemos tener en cuenta que la música y las canciones forman parte de una cultura, por lo tanto es importante que aprendamos a equilibrar las canciones que escuchan nuestros hijos prestando atención al idioma de sus letras.
Gracias a las canciones nuestros pequeños lograrán familiarizarse con dimensiones tan importantes de una lengua como la pronunciación o el entendimiento a través de la audición. Dependiendo de la edad que tenga tu hijo, podrás incluso explicar cuál es el significado de la letra o traducirla entre los dos.
Los medios y la tecnología
Vivimos en una sociedad que está en constante contacto con los aparatos tecnológicos. Esto también lo podemos aprovechar para facilitar el aprendizaje de nuevos conceptos en otras lenguas. Los menús y la interfaz de las aplicaciones y dispositivos pueden resultar muy instructivos.
Si nos aseguramos de que el idioma de estas herramientas esté en uno distinto al de la lengua materna, estaremos consiguiendo que nuestro hijo practique el idioma cada vez que las utiliza. Aquí podemos incluir desde nuestros smartphones a nuestros GPS’s, televisiones o DVD’S.
¿Qué hay de las relaciones?
Si cuentas con la oportunidad de proporcionar amigos y compañeros que sean nativos de países extranjeros o hablen un idioma distinto a tu idioma materno, estaremos influyendo muy positivamente en el desarrollo de nuevas capacidades comunicativas. Con este tipo de personas, nuestro hijo tendrá la oportunidad de poner en práctica el idioma y por lo tanto aprender de una forma mucho más veloz y divertida.
Procura que tu hijo asista a actividades multiculturales, tenga amigos de otras nacionalidades. Esto no sólo le proveerá de conocimientos y riqueza lingüística sino que además le brindará la oportunidad de crecer dentro de una apertura mental impagable.
Si logramos adaptar la lengua al día a día de nuestros pequeños e introducirla en su vida desde su más tierna juventud, el aprendizaje estará asegurado.
