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Lloros, rabietas y pataleos ¿Cómo actúo ante ellos?

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Que desesperación nos invade a los padres y las madres cuando nuestro retoño entra en cólera y empieza a gritar y patalear por la calle. El calor nos sube de los pies a la cabeza, la gente nos mira y la vergüenza se hace evidente en los bonitos colores rojos de nuestra cara. ¿Qué hacer en esos momentos de rabietas? Huir no es una opción.

¿Algo normal o niño/a maleducado/a?

Cuando los/las niños/as empiezan a andar y a explorar el entorno, aparecen también las primeras prohibiciones, ¿lo hago o no lo hago? Esa ambivalencia por querer hacer algo a toda costa a pesar de las prohibiciones, hace que explote como una reacción interna de lo que quiero frente a lo que puedo, a través de la rabieta. La zona cerebral encargada del control y la regulación emocional es inmadura, y se comunica a través de pataletas, gritos, llantos…en ese momento, es el adulto el que tiene que guiarle para enseñarle a autorregularse; a controlar poco a poco las emociones que siente, ayudarle a manejar la frustración y lo que puede o no puede hacer.

En torno a los dos años el periodo de rabietas es más intenso; por su baja capacidad de expresión todavía, es su forma de canalizar lo que siente, de conseguir la atención de sus padres y madres y en muchas ocasiones, conseguir lo que quieren, aunque no sea la forma más adecuada, es la que saben.

A partir de los cuatro años esas rabietas pueden canalizarse mejor gracias a una evolución del lenguaje. Pero todo va a depender de cada niño/a, del contexto, cómo actúe y hayan gestionado la conducta del/de la menor con anterioridad.

En torno a los cinco años, la ira se expresa también como forma de llamar la atención, como una expresión de injusticia, para reflejar desaprobación con los/las demás, incluso consigo mismos; una forma de mostrar el enfado por no poder “hacer yo esto”, reflejo de impotencia ante sus límites.

¿Cómo controlamos esas rabietas entonces?

  • CALMA. Respirar, contar hasta diez…cada uno/a sabe qué es lo que más le funciona para evitar los lanzamientos de zapatillas, los gritos desesperados, o terminar los/las adultos/as llorando y nuestro/a hijo/a consolándonos.
  • COMPRENSIÓN. Saber que es una etapa en la que ellos/as se desahogan, te prueban, liberan tensión, expresan sus deseos y frustraciones de esta forma tan poco agradable, hará que dejemos de pensar “¿por qué a mí?, lo que le pasa es que tiene de todo, es muy caprichoso…con lo cansada/o que estoy y cómo se pone…”. Nos están pidiendo que estemos ahí, y que les ayudemos con su autocontrol.
  • SIN GRITOS. Si nosotros/as gritamos, entenderán que ésta es una manera de resolver el conflicto, y no ayudaremos a su autorregulación; sino que fomentaremos que la próxima vez sean ellos/as quienes nos levanten la voz. Nos remitimos al punto 1, calma.
  • STOP AZOTES. La frase “un cachete a tiempo”…ningún niño/a que se precie se calla o deja de llorar tras un azote, sino todo lo contrario, incentiva más aún la rabieta, y además le estamos enseñando a resolver su frustración con agresividad.
  • Debemos ESTAR ALERTA sobre qué es lo que provoca la rabieta. Para ponerle solución, debemos comprobar qué ocurre a su alrededor, y evaluar cómo estamos actuando. TRANQUILOS, esto se perfecciona con el tiempo, poco a poco aprenderemos a relajarnos y a observar.
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  • BAJAR EL VOLUMEN. Acercarnos a ellos/as, al oído, susurrarles qué es lo que creemos que le pasa, e insistir, porque de nuevo la AUTORREGULACIÓN hay que enseñarla. Cuando nos enfadamos, TODOS necesitamos tiempo para adaptarnos y cambiar nuestro estado emocional. Hay que insistir en reducirles el estrés y calmarlos, mostrarles que estamos “ahí”, y que vamos a ayudarle.
  • Evitar EXPLICACIONES EN EXCESO, tendremos que ser claros y concisos con lo que ocurre, y dependiendo de la edad, tendremos que ADAPTARNOS. Pero no debemos entrar en debates, negociaciones y largas charlas explicándoles demasiado. Son niños/as, deben entender por qué si o por qué no hacer las cosas. Es importante que sepan que papá y mamá toman las decisiones, ellos/as no saben qué les conviene y qué no, por mucho que se disgusten. “Cariño te quiero mucho, pero no voy a dejarte que te acuestes más tarde de las 22.00h“.
  • Aprovechad para ENSEÑAR EMOCIONES. Ellos/as intentarán jugar con el “si no me dejas es porque no me quieres”, “mala madre”, “tonto”, y un sinfín de calificaciones preciosas. Estamos para orientarles “se que te sientes frustrado, que te enfada, pero
    no puedes….”, “sabemos que tienes muchas ganas de jugar con la plastilina, pero solo podrás hacerlo en tu cuarto….”, demostrar empatía…
  • Cuando las rabietas son muy frecuentes, es recomendable hacer un REGISTRO. Este proceso, es bueno que sea orientado por un profesional que además de enseñarnos a distinguir y observar las conductas de los hijos/as nos ayude a moldearlas de forma
    positiva. Es importante hacer el registro de la conducta de forma exhaustiva: ¿qué hace?, ¿qué lo provoca?, ¿cómo actúo yo?, etc. Y registrar la frecuencia y duración de la rabieta. En casos difíciles, un profesional debe revisar el registro.
  • Hay que proponerles una CONDUCTA POSITIVA, qué quiero o qué espero de ti. Tenemos que decirle tanto la conducta correcta, como ir avisando de la consecuencia que tendrá si no deja de hacer esa conducta no deseada.
  • DESAHOGO. Tenemos que enseñarles cómo. Pegarle a un cojín, llorar…es necesario que aprendan a canalizar la ira de una forma correcta.
  • REIR. Unos padres y madres que ríen, son padres y madres que tranquilizan. Aprender con humor a solventar un problema (que para ellos/as lo es, aunque para nosotros/as sea una tontería), forzando cosquillas, haciendo el payaso para sacarles una sonrisa, pero NUNCA, reírse ni burlarse de ellos/as, ya que aumentará su enfado.

Y como siempre os decimos, consultar con un/a profesional siempre es una buena opción.

Gabinete Crece

Julia Torres Vela – Psicóloga Sanitaria.

María Bravo Pérez – Psicopedagoga y Terapeuta en atención temprana y lenguaje.

Julia y María son las propietarias de Gabinete Crece. Puedes encontrarlas en Facebook e Instagram.

Babyradio SL en el marco del Programa ICEX Next, ha contado con el apoyo de ICEX y con la cofinanciación del fondo europeo FEDER. La finalidad de este apoyo es contribuir al desarrollo internacional de la empresa y de su entorno.

La empresa Baby Radio SL ha sido beneficiaria del Fondo Europeo de Desarrollo Regional cuyo objetivo es mejorar el uso y la calidad de las tecnologías de la información y de las comunicaciones y el acceso a las mismas y gracias al que ha podido optimizar su sistema de gestión y el contacto con sus clientes a través del desarrollo de una nueva aplicación movil. Esta acción ha tenido lugar durante 2018. Para ello ha contado con el apoyo del programa TICCámaras de la Cámara de Comercio de Cádiz”.

UNA MANERA DE HACER EUROPA