Como padres y madres pretendemos dedicarles el mayor tiempo de calidad a nuestros hijos/as, pero la vida moderna trae consigo muchas obligaciones y continuo movimiento. Nos sumergimos en una sociedad dominada por el estrés y la falta de tiempo y, al final, acabamos dedicando a nuestros pequeños/as un tiempo muy limitado.
El trabajo de los padres y los estudios de los niños junto a las actividades extraescolares hacen que se genere un ritmo intenso de vida en el que el tiempo para estar en familia se vea reducido.
Dentro de unos días comienzan las vacaciones de navidad. Época en la que los miembros de la familia dispondrán de más tiempo libre. Tiempo propicio para que todos los miembros expresen lo que están necesitando, para compartir aficiones, romper con la rutina, aumentar la comunicación y estrechar los vínculos afectivos.
Cantidad no significa calidad
Cada vez se crean más excusas para justificar el hecho de no poder pasar el suficiente tiempo con los hijos a diario o, incluso, en vacaciones. El excesivo horario en el trabajo de los padres y los deberes de los niños son la excusa durante la rutina de año. En época de vacaciones algunos padres prefieren usar el tiempo extra que nos dan las vacaciones para hacer otro tipo de actividades como hacer compras, descansar, etc. Todas actividades que no “se pueden hacer” mientras se trabaja.
Los adultos ponemos muchas expectativas en las vacaciones. Pensamos que son una época perfecta para compensar el tiempo que no se aprovecha durante la época de trabajo. Se tiende a idealizar lo que se puede hacer durante estos periodos de descanso por el mero hecho de tener más tiempo para dedicar a los hijos.
Es importante tener en cuenta que lo realmente importante es la calidad del tiempo que los adultos pasan con los niños y no la cantidad del mismo. Es importante organizarse para dedicar tiempo de cariño, aprendizaje y desarrollo a los niños durante todo el año.
Beneficios de pasar tiempo de calidad en familia
Gracias al tiempo de calidad se puede llegar a la “felicidad familiar” ya que aporta importantes beneficios para todos los miembros.
- Mejora los vínculos afectivos.
- Mejora de la autoestima. Aumenta la confianza y la seguridad ya que los niños se sienten más queridos.
- Fomenta el desarrollo físico, social y cognitivo de los niños.
- Mejora el clima y la comunicación. Gracias a esto se favorece el conocimiento mutuo.
- Se generan aprendizajes recíprocos. Ambas partes aprenden unos de otros.
- Favorece el desarrollo de habilidades sociales.
- Ayuda a liberar estrés y tensión que se acumula en épocas de rutina.
Qué pueden hacer los padres para que este tiempo sea de calidad
La reducción de tiempo de calidad afecta a la educación de los hijos ya que crecen en un ambiente poco familiar.
El tiempo de calidad que los hijos pasan con sus padres les aportan a ambos diversos beneficios. Por ello, dedicar tiempo para jugar o estar “presentes” para los pequeños es importante para su desarrollo y es el mejor regalo que les podemos dar a los hijos estas navidades.
Para ello podemos hacer:
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- Si hay compras, recados o tareas que hacer es importante que puedas compartir esos momentos con el niño. Dejar que ayudan en las tareas. Aprovecha esos momentos para explicarle cosas, contar historias, etc.
- Mantener la comunicación con ellos. En la cena, en la comida, preguntar que han hecho durante el día, etc.
- Las pequeñas cosas por hacer son las más especiales. Contar cuentos, anécdotas familiares, chistes, jugar con ellos, etc.
- Transforma lo cotidiano en tiempo de calidad. Bromear, reír.
- Dedicar tiempo en exclusiva a cada uno de los niños. Escucharlos y hablar con ellos.
Autor: Borja Quicios
Licenciado en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid, Máster en Psicomotricidad Vivenciada y Coach educativo. Especialista en Educación y Deporte.
Autor y fundador del blog DeHijosyPadres.
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