¡Te odio! es duro escuchar eso de tu hijo o hija, es una palabra demasiado grande para su pequeña boca. Se nos estremece el cuerpo al oírla de sus labios.
El otro día estando en casa de unos amigos, Marcos me dijo ¡te odio! Mi primera reacción fue enfadarme con él, estaba convencido de que no sabía lo que estaba diciendo, pero me molestó muchísimo.
La pareja con la que estábamos no le dio la mayor importancia, nos contaron que el mes pasado su hijo, Lucas, les dijo lo mismo y pidieron ayuda.
La psicóloga infantil que los atendió les tranquilizó y les pidió que no se preocuparan, que lo más normal es que lo haya escuchado de un hermano mayor o por la televisión, y que hubiera asociado la cara de enfado o frustración con esa expresión.
Una cosa es la rabia y otra muy distinta el odio, lo que Marcos sintió fue rabia. Lo primero que debemos hacer es preguntarle por qué está enfadado con papá o mamá. Pasado un tiempo y cuando esté más tranquilo le explicaremos que odiar a alguien es no quererlo y eso no está bien. Debemos ayudarlos a descubrir sus sentimientos, éste es el primer paso para controlarlos. Deben entender que es lógico estar molesto pero no por ello debemos ser crueles.
Es importante hacerle ver que te molestó. Nuestros hijos deben entender que las palabras son poderosas y no debemos usarlas sin pensar, ya que pueden hacer mucho daño. Es curioso que si no aprendemos esto de pequeños en la edad adulta es muy complicado.
Que Marcos entienda que me ha entristecido lo que ha dicho es importante, de esa manera será capaz de comprender la fuerza que tienen ciertas palabras.
Hay que animarle a que exprese sus sentimientos y que nos explique el motivo que le ha llevado a tener tal comportamiento.
Dale besos, abrazarlo y dile que esto no cambia lo mucho que lo quieres.
Os animamos a compartir con nosotros vuestras experiencias.
Un abrazo
Padres Novatos
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