Esta es una pregunta que durante años nos hemos estado haciendo, ¿Quién educa a mi hijo? ¿La escuela, el hogar, entre los dos? En ocasiones los padres culpamos a las escuelas de no educar a nuestros hijos. También hay ocasiones en las que las escuelas se quejan de que sus alumnos no reciben en sus casas la pertinente educación. Pero la pregunta sigue siendo la misma ¿Quién educa a mi hijo?
Cada vez se dan más casos de familias que delegan en la escuela aspectos importantes de la educación de sus hijos. También es cierto que la figura del maestro está cada vez más cuestionada y poco reconocida. Este libro nos ayuda a ver que el éxito escolar nace en la familia. Hemos de pararnos y reflexionar sobre estas contradicciones y darnos cuenta que, en los años decisivos para su formación, la única vía debería ser la conciliación entre escuela y familia. Esto se refleja en muchos aspectos, desde decisiones tan importantes como la elección de la escuela hasta el interés que debemos demostrar los padres por sus estudios.