El gateo, el simple hecho de circular en cuatro patas se relaciona directamente con el desarrollo físico e intelectual de los niños.
El gateo desarrolla la visión, el tacto, el equilibrio, la motricidad fina, la orientación espacial y el desplazamiento del cuerpo. Es un tipo de movimiento que ayuda a la integración sensorial y a la madurez del sistema nervioso. Por todo esto, aunque parezca increíble en muchos caso, una buena dosis de arrastre y gateo pueden prevenir futuros fracasos escolares según afirman autores de diversos artículos relacionados con la atención temprana.
Entender esta relación no es complicado, por ello os expongo los siguientes puntos para su mejor entendimiento:
– Al tener movilidad desde pequeño, el niño empieza a planear cómo conseguir las cosas y cómo alcanzar determinadas posiciones. Esto es importante para la planificación motora, la que es esencial para aprender posteriormente a andar en bicicleta o a saltar.
-Al aguantar el peso de su cuerpo con las manos, el pequeño desarrolla la estabilidad de los hombros y desarrolla la palma de la mano. Estos puntos son importantes para habilidades de motricidad fina, como tomar el lápiz y dibujar.
– Al gatear el niño puede meterse en lugares complicados, lo que le enseña sobre el tamaño de su cuerpo y, en consecuencia, desarrolla la conciencia espacial. Esta, a su vez, es importante para aprender a leer, escribir e incluso para las matemáticas.
– El gateo ayuda a que la visión se desarrolle correctamente. Al mirar el suelo para colocar la mano o la rodilla convenientemente, el niño enfoca los dos ojos en un mismo punto a corta distancia. Cuando mira adónde va, enfoca los ojos en un punto infinito los ojos en un punto infinito. Este es un estupendo ejercicio muscular para los ojos que facilita la acomodación visual que más tarde será clave para la lectura. De hecho, según estudios el 98% de los niños con estrabismo no gateó.
– Por último, este tipo de movilización requiere la utilización coordinada de los dos lados del cuerpo. Por lo tanto, fomenta el desarrollo de los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro y las conexiones entre ambos. Esto es vital para la coordinación posterior, como la que tiene que ver con el salto.
JUAN ANTONIO GALLEGO MESA
Diplomatura en Fisioterapia,Experto Universitario en Osteopatía y Recuperador Deportivo.