Lo siento.
Creemos que es de las expresiones más difíciles de pronunciar, es reconocer nuestro error, nuestra equivocación, en definitiva, tragarnos nuestro orgullo.
¿Pero qué pasa cuando se trata de los hijos? ¿Lo hacemos? Nosotros creemos que es muy importante enseñarles a nuestros hijos la importancia de reconocer nuestros errores delante de los demás.
La semana pasada le prometí a Tomás que lo llevaría al parque una tarde a montar a bicicleta. Él llevaba toda la semana detrás mía insistiendo sobre el tema y al final le dije que sí, que no se preocupara que lo llevaría.
La semana en cuestión se complicó mucho por trabajo y compromisos, y en vez de llevarlo le pedía a mi mujer que lo llevara ella. Yo tenía pensado llevarlo el sábado por la mañana.
Así que el miércoles Tomás fue al parque pero no lo llevé yo. Esa noche al llegar de uno de mis compromisos de trabajo, mi mujer me dijo que se había acostado enfadado.
Subí a su cuarto y al verme se giró hacía la pared. Yo me senté en el borde de la cama sin saber qué decir. Tomás estaba con la respiración entrecortada a punto de llorar.
Se me pasó por la cabeza contarle lo complicada que estaba siendo mi semana, la de compromisos que tenía pero no lo hice, en su lugar dije suavemente:
— Lo siento
Tomás se giró y me cogió de la mano, su cara se iluminó y me dijo que no pasaba nada, que ya iríamos el sábado por la mañana.
A veces no somos conscientes del poder que tiene decir lo siento, una expresión capaz de ablandar los corazones más duros. Tomás entendió mis disculpas sin tener que dar más explicaciones. El receptor de un lo siento capta el mensaje completo, un mensaje que proviene del corazón y que entre otras cosas dice:
— Te quiero.
— Tienes razón.
— No volverá a pasar.
Os animamos a decir lo siento a vuestros hijos llegado el momento, a reconocer vuestros errores delante de ellos, en definitiva a ser humanos, seres imperfectos que luchamos cada día por hacer las cosas un poco mejor.
Alguien nos dijo hace poco que no nos desanimáramos si nos equivocábamos, que le hecho de equivocarnos significaba que lo estábamos intentando.
Hay que intentarlo, una y otra vez.
Hay que decir lo siento cada vez que sea necesario.
Ánimo en la tarea de educar a vuestros hijos e hijas.
Un abrazo
Editorial Babyradio