¿Debemos tener más cuidado con los regalos de Navidad para nuestros hijos?

Cuando leemos revistas en internet, vemos los dibujos con nuestros hijos en la tablet e incluso en los propios colegios siempre estamos siendo bombardeados con publicidad de juguetes, sin embargo la televisión sigue siendo el mejor medio para conectar con la audiencia infantil, sobre todo antes y durante las navidades. El 75% de las ventas de juguetes se hacen durante las 6 semanas que dura la campaña de navidad.

Con estos datos nos podemos imaginar la sobrestimulación continua a la que están expuestos nuestros hijos, y a consecuencia de esto las cartas a los Reyes Magos y a Papá Noel cada vez son más extensas. Ahora bien, es misión de los padres controlar el trabajo de los Reyes Magos en Navidad. Cada año aumentan más las ventas de juguetes, así que se nos presenta una duda (quizá casi afirmación), ¿estamos hiperregalando a nuestros hijos?

Expertos en psicología ya reconocen el llamado “Síndrome del niño hiperregalado” . Este “síndrome” aparece especialmente en fechas en las que recibir regalos es más común, como son las navidades.

Los niños hiperregalados surgen como consecuencia del exceso de compras que realizamos para nuestros hijos y del cumplimiento de requisitos para contentarles; estos niños no valoran lo que reciben, sólo quieren abrir un regalo tras otro, coleccionarlos en cantidad y no en calidad, y por norma general, cuando tienen el regalo que quieren lo amontonan y en muchas ocasiones lo olvidan para siempre.

Como consecuencia, nuestros hijos  se vuelven caprichosos, egoístas, consumistas, materialistas, pierden los niveles de imaginación que tienen que poseer en edades tempranas, menosprecian lo que tienen y suelen presentar una muy baja tolerancia a la frustración.

Desde hace un tiempo, los psicólogos y educadores han recomendado a los padres “La regla de los 4 regalos para bebés y  niños”, bastante sencilla de seguir y que solo tiene beneficios para nuestros hijos. Comprando sólo estos 4 regalos evitaremos saturar a los niños con cosas innecesarias, que en la mayoría de los casos no llegan ni a estrenar.

Esta original regla consigue en regalar a los niños en Navidad lo siguiente:

1. Un regalo práctico. Algo que vayan a usar y mucho. En este punto cogen fuerza las bicicletas, los patinetes o patines, que además son regalos que gustan mucho y pueden usar en el día a día. Si estos regalos están además orientados a que aumenten su actividad física diaria, mejor que mejor, juegan y se divierten mientras combaten el sedentarismo infantil, otro de los grandes problemas de la sociedad española.
2. Un libro. Está claro que hoy en día algo que los niños puedan leer es un regalo casi obligatorio. Los niños del siglo XXI pasan tantas horas delante de una pantalla que ya casi se han olvidado de lo que es un libro. Con este regalo refuerzas el hábito de lectura, lo que les servirá mucho en el colegio.
3. Algo que deseen de verdad. Es muy importante que los niños aprendan a tomar decisiones desde bien pequeños, por esto hay que hablar con ellos y explicarles que pueden pedir el regalo que más les guste, dentro de nuestras posibilidades, pero haciendo hincapié que deben elegir solo uno. Esto les hará pensar muy bien en todo lo que quieren y ordenarlo por importancia para ellos, para luego escoger el que de verdad más les guste. En este tipo de regalo son muy populares los videojuegos, muñecas, tablets y demás regalos tecnológicos que son los que despiertan más interés entre los niños de hoy en día.
4. Regalar algo que necesite. Es bueno que los niños reciban como regalo cosas que necesiten, de esta forma valorar más positivamente todo lo que tienen, ya que en la mayoría de los casos no tienen en cuenta las pertenencias porque por defecto cuentan con ellas, siempre han estado ahí y no han hecho ningún esfuerzo por tenerlas. Ropa, material para actividades extraescolares del colegio como pinturas, material deportivo o algún instrumento musical son los regalos más demandados de esta categoría.

Con la regla de los cuatro regalos se consigue que los niños valoren lo que tienen y aprendan a tomar decisiones. Además es una manera amena de comunicarnos con nuestros hijos para poder hablar en familia de los regalos de navidad, además de ser una muy buena excusa para sentarnos ellos a escribir las tan ansiadas cartas a Papá Noel y a los Reyes Magos.

Carmen Agra

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