Se acercan unas fechas muy señaladas en el calendario de los más pequeños/as y de los que no lo son tanto, la Navidad.
Las calles y las casas se iluminan y se adornan. Los/ las niños/as esperan con ansia sus regalos y las vacaciones para descansar y disfrutarlos, pero si algo caracteriza a este momento del año son las diferentes, y a veces contradictorias, emociones que sentimos.
La Navidad es una época en la que las emociones parecen vivirse con mayor intensidad, tanto las positivas como las negativas. Ilusión, amor, alegría por los reencuentros, tristeza por los que no están, conflictos con la familia cuando todos se juntan…
Emociones en Navidad
Algunas de las emociones que podemos y pueden sentir los/las más pequeños/as de la casa son:
Alegría e ilusión por los reencuentros familiares, los regalos tan esperados de Los Reyes y Papá Noel, las cenas especiales…
Tristeza por las ausencias, en especial si ha fallecido esa persona recientemente. He sacado malas notas…¿tendré regalos?
Enfado por los cambios en la rutina. Las vacaciones y la Navidad trastocan los hábitos, los/as niños/as tienen más tiempo libre; además del cole, las extraescolares también se cortan normalmente, y pueden enfadarse cuando les intentamos poner límites.
Frustración y decepción cuando las expectativas que hemos puesto en las fiestas no se cumplen, cuando los regalos que esperamos no son los que recibimos, porque las comidas especiales se acaban convirtiendo en muchas ocasiones en algo conflictivo.
Celos de otros familiares, puede que nos reunamos con familiares y amigos a los que llevamos tiempo sin ver, haciendo que el foco de atención ya no esté sobre los/as niños/as, los cuales pueden sentir celos de esta situación y reclamar nuestra atención.
Apatía, tristeza y desánimo cuando las fiestas terminan y volvemos a la rutina diaria.
CONSEJOS y ACTIVIDADES en Navidad
Intentad mantener, aunque madrugar no sea necesario, seguir un horario aproximado (para levantarnos, comer, ducharnos…). También puede ser el momento de que los más pequeños/as empiecen a colaborar en casa, un momento ideal para que aprendan a ser autónomos (aprender a hacer la cama, atarse los cordones…). El tiempo libre es un buen momento para aprender hábitos de una forma más relajada.
En estas fechas se ofrecen multitud de actividades tanto desde entidades públicas como el Ayuntamiento, como por entidades privadas como son las ludotecas, asociaciones, teatros infantiles. Además de exposiciones, ferias…Es importante saber con quién podemos contar a la hora de estar con los/as niños/as, si nosotros/as como padres y madres no tenemos disponibilidad absoluta por trabajo u otras obligaciones. Organizar el tiempo y los días con antelación, alternarse entre los familiares, evitará situaciones de estrés y ansiedad, por no saber con quién se quedarán nuestros/as pequeños/as a última hora.
Expresa tus emociones y ayúdales a expresar las suyas
Cuéntales a tus hijos/as como te hacen sentir estas fechas o determinamos acontecimientos relacionados con esta época y anímales a manifestar sus sentimientos, esto fomenta el autoconocimiento y autocontrol de las emociones.
Hacer actividades que ayuden a desconectar y que sean variadas. Así los/as niños/as tendrán la sensación de movimiento y evitaremos la tan famosa frase “me aburro”. Es recomendable que haya tanto actividades de juego con movimiento (pasear, bailar, algún deporte, ir al parque) como otras más tranquilas y pedagógicas (puzzles, ir al cine a ver una película navideña, juegos de mesa, colorear). Leer juntos algún cuento de navidad: así fomentamos las emociones, la empatía y mejoramos la lectura y el lenguaje en general.
Ver algunas fotos de las navidades de otros años
Es la época ideal para recordar momentos importantes del pasado, que los/as niños/as conozcan la historia familiar, podéis hacer un “collage” de fotos y recortes, un escudo familiar, simbolizando la unión familiar, Contar anécdotas…. Es ideal para conocerse a sí mismo, hablar de otros familiares, en que nos parecemos, que hemos heredado, ayudará a los más pequeño con su autoconcepto.
Enséñales a compartir con los que menos tienen, podréis buscar juguetes y donarlos a aquellos niños y niñas que no tienen la suerte de otros/as en estas fechas, es una buena manera de enseñarles la empatía.
También podemos mostrar las diferencias y enseñar a respetarlas en cuanto a cómo celebran la navidad otras personas, a través de vídeos, cuentos, información del periódico…educarles en el conocimiento, les hará ser tolerantes.
Cuando hagamos la carta para Papá Noel o los Reyes Magos, debemos ayudarles, sentarnos con ellos/as, y elegir regalos que les gusten para jugar. Intentad mirar una variedad de opciones entre las que se encuentren un libro, un puzzle, un juego de mesa para compartir momentos con otros/as. Es una buena forma de iniciarles en la lectura, en los buenos hábitos y fomentar actividades en las que no estén basadas en los videojuegos en exclusiva.
Siempre hay alternativas al castigo. Quedarse sin regalos de reyes por malas notas o por mala conducta, no es una recomendación. Hay otras opciones en las que os pueden orientar profesionales, dependerá de cada situación.
Cocinar juntos o decorar la casa
De esta manera estimulamos las capacidades psicomotrices, el lenguaje, etc; y aprovechamos para estar con nuestros/as hijos/as y hacer con ellos/as tareas cotidianas que normalmente no podemos hacer juntos, enseñándoles también autonomía. Se pueden hacer manualidades juntos, estimulando así diversas capacidades además de aumentar la autoestima de los/as más pequeños/as. Es una forma de reforzar la comunicación familiar y fomentar lazos afectivos. Los/las niños/as notan cercanía de sus padres, madres, abuelos/as, hermanos/as…estas actividades familiares les harán sentir pertenencia a un grupo(familia).
Juguemos con nuestros/as hijos/as
Volvamos a ser niños/as, disfrutemos de jugar, y lo más importante y a lo que mayor valor le dan los/as niños/as, PASAR TIEMPO CON ELLOS/AS.
Y como siempre os decimos, ante las dudas, pedir ayuda a un profesional siempre es una buena opción.
Julia Torres Vela – Psicóloga Sanitaria.
María Bravo Pérez – Psicopedagoga y Terapeuta en atención temprana y lenguaje.
Julia y María son las propietarias de Gabinete Crece. Puedes encontrarlas en Facebook e Instagram.
