Nuestros hijos han pasado de tener jornadas completas de disciplina y rutina al más largo de los descansos. Pero, ¡atención, estimados padres! Las normas en verano no se van de vacaciones, deben seguir presentes y mantenerse en activo.
La falta de normas en verano y el adiós a la rutina es caos garantizado. Los niños necesitan tener su rutina de comidas y sueño y, aunque es cierto que en verano se pueden flexibilizar los horarios,no conviene alterarlos demasiado, ya que si no se verán afectados también los ritmos de sueño y comida y, consiguientemente, se desbaratará todo el orden familiar.
En nuestro Centro de Psicología Infantil recomendamos siempre a los padres que, independientemente de que trabajen ellos o no, y siempre y cuando el presupuesto familiar lo permita, apunten a sus hijos en alguna escuelasde verano que se realizan hoy en día. No a cualquier escuela o campamento, sino a aquel que se adecúe más a las habilidades y gustos del niño. Afortunadamente, la oferta es muy amplia: deportivos, artísticos, de idiomas, teatro, etc. Se trata de que se diviertan y aprendan mientras mantienen una rutina, eso sí, más amena que el resto del año.
La cuestión es que no pierdan un tiempo precioso del que disponen para aprender cosas nuevas y enriquecedoras, que les mantengan activos y ocupados. Estar de vacaciones no tiene por qué ser sinónimo de “sofá – televisión – zapping y video – consola”. Se les puede permitir ver la televisión de una manera más flexible que durante el curso académico, pero sin pasar las horas muertas delante del televisor.
Además, y siempre en la medida de lo posible, recomendamos a los padres que les apunten a cursos de verano que no se impartan en su mismo colegio. Esto permite a los niños cambiar de aires y conocer a otros niños que les aportarán otros puntos de vista sobre ellos mismos y sobre su entorno en general.
En las vacaciones estivales, podemos encontrar el momento idealpara enseñar a los pequeños a poner la mesa y el desayuno, a que hagan la cama solos, a recoger los platos después de comer… Si se les hace partícipes y se les reconoce su labor y esfuerzo, ellos se sentirán orgullosos y aprenderán a colaborar en las labores de casa que, después, durante el resto del año, tendrán que seguir realizando.
Alicia López de Fez
Psicóloga – Col N º CV 09654
Fundadora y Directora Centro Psicología López de Fez, en Valencia
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