Uno de los errores más comunes que nos encontramos a día de hoy en la educación es la sobreprotección de los niños.
Es considerada como un estilo educativo con en el que los padres pretenden evitar la frustración y el sufrimiento de sus hijos,teniéndoles dentro de una burbuja y actuando de la siguiente manera:
- Les impiden desarrollar recursos y estrategias que les serán necesarias en el futuro.
Los niños aprenden de los errores, de los conflictos y los problemas. Muchas veces los padres al no querer verles sufrir y enfrentarse a los fracasos, se anticipan a sus deseos y no les dejan resolver los conflictos por sí mismos.
- Satisfacen las necesidades de sus hijos de manera excesiva.
El niño necesita sentirse querido y cuidado pero hacerlo de una manera extrema puede perjudicar más que beneficiar. No se puede mantener al niño tan protegido de tal manera que se convierta en el centro de todas las atenciones y se le oculten los peligros.
- No dejan que le los niños hagan las cosas para las que ya están preparados.
Las prisas, el deseo de que los niños disfruten de su infancia, el afán de perfeccionismo son factores que llevan a los padres a anticiparse en la satisfacción de las necesidades de sus hijos y a evitarles cualquier contratiempo. Por ello, las hacen antes que dejarles a ellos mismo.Por ejemplo, los adultos no dejan comer solo al niño porque hay prisa para que acabe o el adulto no quiere que se manche. Son conductas que impiden al niño alcanzar la autonomía.
Otras veces la razón es porque hay padres que desconocen lo que se le puede exigir al niño y fomentan conductas más infantiles de lo que le corresponde por su edad
El problema viene cuando los padres no pueden mantener la burbuja de protección en la que introducen a sus hijos, y cuando la burbuja estalla, se encuentran con niños sin recursos, sin habilidades, menos seguros y no tan felices como se pretendía.
Consecuencias de la sobreprotección
Lejos de ayudarle a crecer y evolucionar de una manera óptima si se sobreprotege al niño conseguiremos:
- Un escaso desarrollo de sus habilidades como vestirse, comer etc. Y adoptará una conducta de pasividad y dependencia
- Que los niños no aprendan los recursos necesarios para valerse por sí mismos
- Carezcan de la motivación y autodisciplina suficientes para conseguir objetivos en el futuro
- No aprenderán la tolerancia a la frustración
- Los niños serán menos competentes en lo emocional. Es más probable que sean víctimas de acoso y a la larga serán menos felices.
Como evitar la sobreprotección
Está en mano de los padres evitar la sobreprotección y las conductas que esta provoca en los niños. Por ello, es importante que ambos padres estén de acuerdo y no llevar a cabo distintos estilos educativos. Algunas pautas son las siguientes:
- Dejar que se enfrente a las dificultades y que desarrolle habilidades por sí solo.
- Favorecer que aprenda a asumir nuevos retos y a pensar por sí solo.
- Que realice actividades junto a sus iguales sin presencia continua de sus padres.
- No dar todo lo que pida. Así se fomentan valores de esfuerzo y tolerancia a la frustración
- Tratar al niño de acuerdo a su edad. Si tiene capacidad de comer o vestirse solo, dejar que lo haga.
- Estar a su lado y acompañarle para que resuelva sus problemas pero no hacerlo por él.
Dar cariño, no sobreproteger
Dar besos, abrazos y estar a su lado no es sobreproteger. Es dar cariño. Hablar con tu hijo, escuchar sus problemas, buscar soluciones conjuntamente, dialogar y no castigar, hablar en vez de gritar, explicar por qué no debería haber actuado así en vez de castigar no es ser sobreprotector. Es educar con cariño y trasmitir valores.
Autor: Borja Quicios
Licenciado en Psicología con especialidad en Educación por la Universidad Autónoma de Madrid. Máster en Psicomotricidad Vivenciada y Coach educativo. Autor y fundador del blog Padreehijos.
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