Comer sano preserva el medio ambiente. Actualmente nadie duda de la influencia de la alimentación en nuestra salud. Procuramos para nuestros pequeños toda clase de alimentos que les ayuden a crecer y estar sanos.
Pero en la salud de nuestros hijos influyen más factores y uno de los más importantes es el entorno que les rodea: la calidad del aire que respiran o el agua que beben. Para proteger a nuestros hijos debemos cuidar el Medio Ambiente que nos cobija. Por ello, a la hora de decidir el tipo de alimentación que más les favorezca debemos optar por aquella que permita conservar tanto su salud como la del planeta.
¿Qué comer?
Siempre que puedas elige alimentos ecológicos, locales y de temporada.
Los alimentos ecológicos se cultivan y elaboran sin utilizar productos químicos, lo que nos garantiza no sólo una mejoría en nuestra salud y sabores más intensos en la comida, sino una mayor conservación del Medio Ambiente, ya que todos esos productos químicos terminan contaminando la atmósfera y por consiguiente el agua que bebemos y el suelo donde germinan nuestros alimentos.
Al consumir productos locales contribuimos no sólo a mejorar la economía de la zona y la protección de los entornos rurales, sino que ahorramos energía, ya que si evitamos comprar alimentos que proviene de países lejanos estaremos ahorrando combustible, un recurso finito causante de los peores conflictos internacionales.
Los expertos afirman que los alimentos de temporada nos proporcionan los nutrientes que necesitamos en cada momento. Por ejemplo, la naranja, que crece en invierno, es rica en vitamina C que previene los resfriados. Consumir productos de temporada es más sano, pero también más barato y ecológico, imagina la energía que se gasta en los invernaderos para que tengamos tomates todo el año.
Evita los alimentos envasados
Para envasar los alimentos se necesitan grandes cantidades de energía y recursos. Estos productos vienen empaquetados con múltiples envases y producen enormes cantidades de residuos que no somos capaces de gestionar.
Pero consumir alimentos envasados no sólo es negativo para la conservación del Medio Ambiente, sino para nuestra salud pues contienen una gran cantidad de colorantes, conservantes, edulcorantes y otros aditivos químicos. La sal es uno de los conservantes naturales más utilizados, por ejemplo, la bondad de unos espárragos blancos enlatados, que son muy diuréticos, se contrarresta con la enorme cantidad de sal del líquido donde vienen conservados.
Más vegetales y menos carne
Reducir el consumo de carne animal tiene múltiples ventajas para nuestro planeta: se reduce el gasto energético y los recursos hídricos. La producción de 1 kg de ternera requiere 15.500 litros de agua. Además, se obtendrían más zonas cultivables destinadas a la alimentación humana, ya que actualmente el 75% de la superficie agrícola se utiliza como pasto o para cultivar alimento para el ganado.
Desde el punto de vista de nuestra salud, una dieta donde predomine el consumo de alimentos vegetales es más saludable. Los expertos afirman que las personas que consumen carne frecuentemente son 10 veces más propensas a padecer enfermedades del corazón y un 40% más propensas a sufrir algún tipo de cáncer o enfermedades renales.
Para concluir os dejo esta maravillosa reflexión. ¡Bon appetit!
“No encontrarás la salud en la sociedad, sino en la Naturaleza. A menos que nuestros pies se planten por fin en medio de la Naturaleza, todos nuestros rostros acabarán pálidos y lívidos.”
Henry David Thoreau
Miriam Navarro Díaz
Educadora Ambiental. Especializada en Formación y Sensibilización Socioambiental, proyectos de participación, dinamización e intervención social.
Un comentario
. y opino y dedico canción ( de rggeton)
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