Sobre la necesidad de que nuestros hijos tengan una fuerte y saludable autoestima se habla mucho tanto en libros, revistas y artículos de prensa.
Esto es así porque es un aspecto fundamental para que puedan llegar a ser felices en la vida. De hecho, la autoestima es uno de los pilares básicos sobre los que se sustenta el bienestar emocional de cualquier persona puesto que de ella depende el modo de enfrentarnos, con más o menos seguridad, a cualquier situación que la vida nos depare.
Pero ¿qué es exactamente la autoestima y cómo podemos fomentarla en nuestros hijos? De ello es de lo que trata este post y a lo que intentaré darte una respuesta lo más clara posible.
¿Qué es la autoestima?
La autoestima es la forma que tenemos de pensar cómo somos, es decir, cómo nos valorarnos y cuánto nos querernos. Inevitablemente esta valoración subjetiva influye poderosamente en la forma de comportarnos y mostrarnos al mundo.
Se construye poco a poco y, aunque está en constante transformación, sus cimientos se levantan en la más tierna infancia. ¿Cómo? Básicamente a través de los comentarios que expresamos a nuestros hijos sobre cómo se comportan, lo bien o mal que hacen determinadas tareas y otras etiquetas con las que vamos llenando sus frágiles mochilas.
De nosotros, sus padres, depende en gran parte y durante esta primera etapa de sus vidas que nuestros hijos desarrollen una fuerte y sana autoestima. Vamos a ver cómo fomentarla, qué hacer y qué no para que nuestros pequeños.
¿Cómo fomentar una buena autoestima en nuestros hijos?
Nuestra autoestima, y la de nuestros hijos claro está, es el resultado de una combinación subjetiva que realizamos sobre comentarios, hechos y valoraciones positivas y negativas que recibimos y vivimos a lo largo de nuestra vidas.
Las comparaciones con hermanos, etiquetas negativas como “vago”, “torpe”, “tímido”, “vergonzoso” y otras tantas más que vamos recibiendo a lo largo de nuestra infancia limitan en gran medida, por el impacto que tienen, el desarrollo de una autoestima positiva.
En cambio, los elogios, los comentarios positivos sobre cómo hacemos las cosas, lo bien que se nos da tal o cuál tarea, el amor incondicional que recibimos de nuestros padres y sentir que somos capaces de hacer determinadas cosas con suficiente autonomía fomentan en nosotros un sentimiento de valúa personal que alimenta nuestra autoestima.
Teniendo en cuenta estos aspectos, queda claro que como padres deberíamos:
- Ofrecer muestras de cariño y afecto de manera que nuestros hijos se sientan queridos, sean como sean, hagan lo que hagan o cómo lo hagan. Eso no quiere decir que no debamos marcar límites y normas y consecuencias en caso de no cumplirlas o transgredirlas. Es importante que en todo caso, se debe castigar o reprender el comportamiento o al niño como persona.
- Elogiar comportamientos, tareas bien hechas, el esfuerzo, la perseverancia, las fortalezas y cualidades que observemos en nuestros hijos.
- Fomentar la autonomía evitando sobreproteger. La sobreprotección impide el desarrollo de una adecuada autoestima por privar al niño de la capacidad de sentir que puede hacer bien las cosas por sí mismo.
- Evitar las comparaciones con hermanos, primos o amigos.
- Evitar etiquetas y comentarios negativos o peyorativos que tanto lastiman y limitan.
- Ser realistas. Es importante no hacer creer a nuestros hijos que tienen cualidades que no tienen ya que ello es absolutamente contraproducente y no llevará más que a un sentimiento de engaño o de distorsión de la realidad una vez salgan de la burbuja familiar que hasta el momento alimentaba esa idea.
Uno de los mensajes que debemos saber transmitir a nuestros hijos es que su autoestima es un gran tesoro interior que deben cuidar y proteger, alejándose de todos aquellos que desean arrebatárselo con comparaciones absurdas. No nos convirtamos pues, en los primeros que no sabemos cuidar de ese tesoro que llevan nuestros hijos en su interior.
Enseñémosles el valor que tienen, enseñémosles a quererse tal y como son para que nunca deban sentirse mal por no tener determinadas características físicas, cualidades académicas o aptitudes personales. Una autoestima fuerte y sana es clave para el éxito en la vida mucho más que lo que pueden llegar a ser unas notas escolares. De modo que apostemos por ella desde el primer momento.
Sara Tarrés
COPC 15709
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