Campamentos de verano si o no.
Ese es nuestro dilema. Tenemos la posibilidad de enviar a Tomás a un campamento de verano en la sierra. Un lugar increíble en el cual nosotros hemos pasado mucho tiempo, un lugar que conocemos desde pequeños, con unas personas que conocemos. Pero así y todo nos asusta dejarlo, lo vemos tan pequeño e indefenso que nos da miedo.
Él lo ve “chulo”, no piensa en las noches sin nosotros, en ducharse, comer, cambiarse…todo sólo.
Los dos hemos pasado de niños por eso, hemos sufrido ese primer día fuera de casa, con otros niños que no conocíamos, esos llantos y lloros al separarnos de nuestros padres. Todo eso queda en el olvido cuando recuerdas los llantos y lloros por dejar el campamento, por no volver a ver a los amigos hasta el próximo año, por ese monitor o monitora que nos marcará de por vida.
En esa semana, ganábamos independencia, seguridad, sociabilidad y muchos amigos nuevos. Disfrutábamos de la naturaleza lejos de la ciudad, dejábamos a un lado la TV, las videoconsolas…éramos nosotros, el entorno y otras personas.
Los dos tenemos grandes anécdotas y vivencias de ese tiempo, incluso amistades de aquella época que nos han acompañado a la largo de nuestra vida.
Pero hoy no hablamos de mi mujer o de mí; hoy es Tomás, todo cambia.
Después de muchas vueltas hemos decidido enviarlo a uno que dura 3 días, es la antesala a los de una semana. Si vemos que la cosa va bien, el próximo año irá los siete días.
Nos hemos sentado con él y se lo hemos explicado, su primera pregunta ha sido si nosotros nos íbamos a quedar allí. Al oír que no su cara ha cambiado, le hemos hablado de que su primo también va (eso ha inclinado la balanza) y se ha puesto muy contento, se llevan muy bien.
Aún quedan dos semanas para el campamento, Tomás ya está pensando en todas las cosas que se llevará, es muy gracioso. Mi mujer ha encontrado un sistema que le va a facilitar mucho la organización de la maleta, usará bolsas de congelación para colocar la ropa, por ejemplo:
Bolsa de viernes mañana, bolsa del viernes tarde, bolsa del sábado mañana, bolsa del sábado tarde…
Tomás tan sólo tendrá que ver el día que es y sacar la ropa.
Llevará una bolsa más grande para la ropa sucia, un neceser con cepillo, pasta de dientes gel…
Estamos todos nerviosos, pero creemos que hemos tomado una acertada decisión.
Esperamos que sea un buen tiempo para Tomás.
Ya os contaremos.
Nos gustaría saber vuestra opinión sobre este tema.
Un abrazo y seguimos en contacto.
Padres Novatos.
2 comentarios
Página muy completa, como madre de dos hijos pequeños, muy útil!!
¡Muchas gracias por tu comentario! 😉
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