¿Aún le pones los zapatos a tus hijos? ¿Insistes una y otra vez en que hagan una tarea y terminas haciéndolas tú? La autonomía e independencia, no deja de ser un aprendizaje en nuestros hijos/as.
Debemos enseñarles, a hacer “cosas” por su cuenta y que esto se convierta en un hábito que le proporcione herramientas para desenvolverse solo/a, pero muchas veces, no sabemos adecuar a su edad las tareas del hogar que pueden hacer. Unas veces puede que le pidamos de menos y otras, de más.
¿Qué pueden hacer a cada edad?
A continuación, os mostramos algunas orientaciones sobre lo que pueden hacer a cada edad, basadas en las aportaciones que nos dejó la Dra. María Montessori, que, tras su dedicación a los niños y niñas, nos aportó muchas de las claves pedagógicas que hoy día se llevan a cabo en todo el mundo.
A los 2 y 3 años
- Guardar sus juguetes en cajas y en su estantería
- Tirar las cosas a la basura
- Poner la mesa de forma sencilla
- Regar plantas
- Comer solo
- Guardar sus cuentos
- Poner la ropa sucia en el cesto
- Buscar alguna cosa (sus zapatos…)
A los 4 y 5 años
- Limpiar y guardar bien los platos
- Organizar su mesita de noche
- Ordenar los cubiertos
- Poner la mesa y recogerla
- Vestirse solo
- Enjabonarse el cuerpo en la ducha
- Darle de comer a las mascotas
- Recoger la habitación
A los 6 y 7 años
- Recoger la basura
- Preparar platos sencillos de cocina
- Doblar toallas y ropa sencilla
- Pasar la fregona
- Preparar su mochila
- Juntar los calcetines limpios
- Hacer la cama
- Cambiar el rollo de papel del WC
A los 8 y 9 años
- Poner el lavavajillas
- Doblar/ colgar ropa limpia
- Guardar la compra
- Sacar al perro
- Limpiar el polvo de los muebles
A los 10 y 11 años
- Limpiar el baño
- Aspirar la alfombra
- Recoger el correo
- Barrer el garaje
- Limpiar la encimera
- Hacer alguna comida sencilla
A partir de los 12 años
- Planchar la ropa
- Fregar el suelo
- Aspirar y lavar el coche
- Ir a comprar con una lista
- Vigilar a los hermanos menores
- Cocinar
- Realizar reparaciones sencillas en casa
Todo dependerá del ritmo de cada niño y sus características, pero recuerda que hay que confiar en ellos y que todo aprendizaje tiene un comienzo que con el tiempo se irá perfeccionando.
María Montessori, nos dice, en su obra “El Niño en la familia”, “Es necesario satisfacer lo más pronto posible el deseo de actividad del niño, no servirlo, sino educarlo para que logre su independencia.“
Con ello, lograremos que nuestros niños y niñas no sólo que sean autónomos, sino también, aumentará la confianza en ellos/as, se verá reforzada su autoestima, lograremos que sean personas responsables ya que se les demanda responsabilidad. Debemos estar preparados para combatir la sobreprotección que los padres y madres sentimos en la actualidad, como una forma de compensar el tiempo que no pasamos con ellos/as por la vida ajetreada en los últimos tiempos o la perfección que como adultos queremos muchas veces de las cosas.
Pero sí es cierto, que si no comenzamos a darle pautas de autonomía, nuestros niños/as tendrán más dificultad para sentirse seguros y confiados para hacer cosas por sí mismos, y cuando queramos que las hagan, pueden que se resistan a hacerlas, mostrando conductas inmaduras, no haciendo caso, teniendo que repetir una y otra vez que hagan una tarea, o quizás le pidamos cosas que no sepan muy bien cómo hacerlas o como queremos que las hagan en nuestro “concepto de adulto”, y por consiguiente se hará un niño/a dependiente o requerirá ayuda continua.
¿Cómo enseñar los hábitos?
- Decidir qué le vamos a exigir adecuado a su edad y características.
- Cuidar el lenguaje, en un primer momento, que no parezca una tarea difícil, que sea algo en lo que vamos a orientar “¿nos quitamos el chaquetón?
- Que no parezca una orden, sino que sea un aprendizaje de pautas “¿qué prefieres hacer antes, bañarte y echar la ropa sucia al cesto? ¿O echar la ropa sucia al cesto y bañarte después?”
- Habrá tareas que haya que desglosarlas dando pistas de cada paso que hay que dar. Es necesario explicar cómo lo tiene que hacer con cariño. Recuerda que tendrás que dar instrucciones en más de una ocasión.
- Supervisar el proceso, pero nunca reñirle, sino apoyarle y ayudarle, siempre diciendo que la próxima vez le saldrá mejor.
- Premiarle, utilizando un reforzador social: gracias, lo has hecho muy bien, eres un niño/a mayor, estoy orgullosa/o de ti, eres muy responsable, ¡qué ordenado!
- Otros premios que a los niños/as les encanta es “EL TIEMPO”, pasar un rato con ellos/as, una actividad en familia, un cuento antes de dormir…
- Debemos ir retirando la ayuda poco a poco.
Es muy importante que TOD@S “los de la casa” hagan sus tareas, ya que el mejor aprendizaje es a través del Modelo (ejemplo) que damos como padres, madres, hermanos, hermanas, y aquellos miembros del entorno más cercano. Y lo que nunca debemos olvidar es que un hábito es una RUTINA DIARIA, algo que debemos hacer todos los días.
¿Os animáis a seguir nuestro consejo? Recordad siempre que, de forma ocasional, visitar o consultar un profesional es una buena opción para las dudas!!!
Julia Torres Vela – Psicóloga Sanitaria.
María Bravo Pérez – Psicopedagoga y Terapeuta en atención temprana y lenguaje.
Julia y María son las propietarias de Gabinete Crece. Puedes encontrarlas en Facebook e Instagram.
Un comentario
Gracias por enseñar lo que yo no entendía.
Los comentarios están cerrados.