Hoy hablaremos sobre qué debemos incluir para que la alimentación en otoño sea sana. Ha empezado la vuelta al trabajo, al colegio, y a la rutina. De un modo general, se abren espacios para las prisas y para dar paso a un nuevo ritmo de vida, más acelerado, con menos horas de sol, y con más desgaste físico y mental, tanto para los adultos como para los niños.
Por esta razón, es necesario que la alimentación acompañe todos estos cambios, aportando la suficiente energía para que nuestras defensas se vean potenciadas y renovadas. Es aconsejable que conozcamos los alimentos que pueden ofrecernos una mayor cantidad de nutrientes que nos aportarán una mejor salud, y que nos protegerán de los resfriados, gripes y catarros que suelen ocurrir en esta época del año.
La alimentación según la estación
Una dieta rica y saludable requiere dedicación y conocimiento. Los alimentos propios de cada estación, pueden convertirse en una dieta más variada y nutritiva, y con un sabor más destacado. Las frutas y verduras del verano contienen mucha agua. Las del otoño e inverno, contienen más vitamina C, y las de primavera, gracias a su variedad de colores, nos aportan muchas otras vitaminas.
Las frutas otoñales
Al terminar el verano, tenemos que despedirnos de los melocotones, de las ciruelas, sandías, melones e higos, porque el otoño es una estación donde la granada, el membrillo, la chirimoya, la naranja, la mandarina y la uva son las frutas protagonistas. El ácido cítrico que contiene la granada y los cítricos ejerce una acción desinfectante, además de estimular la acción de la vitamina C.
En cuanto a la uva, se trata de una fruta con muchas calorías debido a su alta cantidad de azúcares. Por otro lado, presenta una acción antioxidante, y una gran cantidad de hierro. Con esas dos frutas se puede preparar platos de ensaladas, macedonias, etc. Además de la granada y de la uva, también son frutas de temporada las naranjas, peras, plátanos, mandarinas y manzanas, aguacates, pomelos, aparte de los frutos secos como las castañas y las nueces, que son propias de esta temporada.
Verduras del otoño
En la alimentación en otoño volvemos a rescatar una gran cantidad de verduras. Las setas, las coles de Bruselas, la alcachofa, la coliflor, calabazas, el calabacín, y las berenjenas, son las verduras protagonistas del otoño, mientras que las hortalizas como la cebolla, la lechuga, las zanahorias y el puerro, se pueden encontrar todo el año. También llegan los repollos y las lombardas.
Las setas se pueden consumir solas, salteadas, con ajo, a la plancha, hervidas, al vapor, mezcladas en revueltos con huevo, como guarnición, y acompañadas de pasta, arroz u otros vegetales. El valor calórico de las setas es bajo. La seta es un alimento rico proteínas vegetales de alto valor biológico, en vitaminas del grupo B, y minerales como el yodo.
Las berenjenas también contienen muy pocas calorías. Ejercen una acción antioxidante y tonificante. Su consumo estimula el buen funcionamiento del hígado y de la vesícula biliar, favoreciendo la digestión de las grasas. Se puede consumir berenjenas de las más variadas formas: guisadas, rellenas, al horno, rebozada, frita, asada, en cremas, solas o acompañadas de carnes.
Las coles de Bruselas así como la coliflor son ricas en vitamina C y ácido cítrico. Estimulan la acción del sistema inmunológico y previenen algunas enfermedades degenerativas. Admiten diversas formas de elaboración y son suaves y delicadas al paladar.
Vía: Guía infantil