El verano es la mejor época del año para aprender a nadar. En la inmensa mayoría de ocasiones son los padres los que aprovechan la piscina y la playa para iniciar a los hijos a flotar y a que vayan perdiendo el miedo al agua. Tenemos más tiempo y además los padres disfrutamos de esos ratos, (aunque salgamos con las yemas de los dedos encogidas).
Por eso, os recomendamos “Mi bebé flota!”, un libro publicado en 2012 que se ofrece tanto a profesionales como familias para que conozcan y aprendan qué es la natación para bebés; para saber cómo se trabaja en las clases, así como los múltiples beneficios del agua para los bebés y sus familias.
Poco a poco se está extendiendo el fundamento de la natación para bebés. La característica principal de estas clases es que se trabaja conjuntamente la familia, el bebé y el profesional. Evidentemente estas clases no están enfocadas al aprendizaje de la natación de los más pequeños de la casa. Y es que los los niños no aprenden a nadar hasta aproximadamente los 4 años de edad, básicamente por motivos de psicomotricidad y destreza acuática.
Entonces la gente me pregunta, ¿qué se trabaja o qué se potencia en las clases de natación para bebés? ¿Cuál es su fundamento? ¿Cuál es la forma de trabajar? ¿Qué podemos esperar de estas clases la familia? ¿Es beneficioso para los bebés?
Todas estas dudas y muchas más son respondidas en este libro, de fácil lectura. Escrito de comprensión muy sencilla; además no es un libro técnico ni extenso, está pensado para familias y profesionales con ganas de aprender más sobre este gran mundo.
Para finalizar, diré que este libro está basado en años de experiencia como monitor de actividades acuáticas. Espero que su lectura les sea de su agrado.
Francisco Sánchez Aguilar
Director LudoQua