Como padres recordamos lo bonitas nos resultaron sus primeras palabras. pero un buen día queda inaugurada la etapa de las palabrotas. A la primera, pueden sucederle otras muchas más.
Las primeras palabrotas suele aparecer entre los 3 y los 5 años y surgen normalmente cuando el niño descubre y utilizar el lenguaje para expresarse. Decir palabrotas es un ejemplo más de cómo expresan su búsqueda de independencia.
Alrededor de los tres años empiezan a llamarle la atención todas aquellas palabras que se expresan con énfasis. Los niños se desarrollan rápidamente y encuentran nuevas formas de utilizar el lenguaje que usan para provocar reacciones en los demás.
A los 4 años empiezan a parecerle graciosas. Son normales conductas como reírse al escuchar la expresión: “caca, culo, pedo, pis”. De ahí que no extrañe el éxito que alcanzaron Enrique y Ana con su canción del mismo nombre entre el público infantil.
Y es que a los 4 o 5 años experimentan un placer especial al repetir tanto en voz alta como baja expresiones referidas a excrementos y partes “tabú” del cuerpo y hacerlo con frecuencia.
La fase de las palabrotas es de duración e intensidad variable, dependiendo de cada niño y de las familias.
Qué quiere expresar cuando dice palabrotas
Cuando un niño dice palabrotas a esta edad intuye que decir este tipo de palabras groseras son objeto de una atención exclusiva por parte de los adultos
Así que si el pequeño comienza a decir palabrotas, su intención no es atribuirnos el significado de la palabrota o insultarnos, sino que nos está intentando transmitir un estado emocional propio.
Por ejemplo, cuando un niño dice “tonto”, dirigiéndose a su padre, no desea hacerle llegar el significado de estas palabras. Lo más probable es que lo haga porque es incapaz de encontrar palabras como éstas para expresar su estado de ánimo negativo.
Por tanto, las palabrotas les sirven para expresar sentimientos negativos. Por ello es importante tratar de entender qué nos quiere transmitir el niño con las palabrotas, qué emociones está tratando de expresar.
Qué pueden hacer los padres ante esta situación
No se debe dar más importancia de la que tiene, pero tampoco hay que ignorarlo siempre. Dependerá de la situación y nuestro criterio. Se ubicará al niño dentro los límites que los padres y madres consideren aceptables.
- Lo primero sería adoptar una postura empática con el niño y así tratar de entender qué es lo que le está sucediendo.
- Cómo padres se debe cuidar el vocabulario y no emplear palabrotas delante de los niños. Los niños imitan a sus padres y, por tanto, los padres deben ser “buenos” modelos. Los padres deben de expresar sus emociones negativas evitando las palabrotas.
- Cuando sean las primeras veces, actuar con normalidad. La reacción a esta llamada de “atención” fomentará su uso. Tal vez, si se porta “bien” no le hagan tanto caso.
- Mantener la calma y ser perseverante. Reconducir esta etapa de manera natural para que las palabrotas pierdan sus significado
- Ofrecer alternativas. Hacer uso de otras palabras que signifiquen lo que quiere expresar pero de una manera menos “explosiva”
- Entender por qué usa estas palabras
- Hablar con los niños, contarles cuentos, cantarles, etc. Son algunas cosas que podemos hacer con los niños para fomentar el desarrollo del lenguaje y ampliar su vocabulario. Así, tendrán más posibilidades de expresarse sin utilizar palabras “feas”.
- Si se ha intentado todo y no se logra ningún efecto, marcar límites con penalizaciones. Actuar con firmeza.
Autor: Borja Quicios
Licenciado en Psicología con especialidad en Educación por la Universidad Autónoma de Madrid. Máster en Psicomotricidad Vivenciada y Coach educativo. Autor y fundador del blog Padreehijos.
Un comentario
Las palabrotas son palabras como otras cualquiera. Es una convención social.
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